*No Hay Dios Que 100 Años Dure*

En todo país, en toda ciudad, en todo pueblo, en fin, en todo lugar hay un dios. No un dios espiritual el cual nadie nunca ha visto (y creo que ni verá), sinó un dios de carne, aparentemente, porque tampoco nadie lo ha tocado, aunque si todos y sobre todas han visto.

Nos pasamos media vida aprendiendo de ese dios, sus costumbres, que come, que hace, donde sale y con quien, y intentando acercarnos a él y que nos haga diosas a nosotras también, pero gracias a ... gracias que eso no ocurre, porque estoy segura de que si nos convirtiera en diosas, él se convertiria en hombre y careceria de todo interés.

Pero siempre llega un momento en que el dios se convierte en persona. No sabemos cuando se ha convertido, pero lo ha hecho y ya nadie se acuerda de quien era.

Porque cuando el dios se hace terrenal, no és nadie, es tanto como nosotros, UNO DE TANTOS.